Powered By Blogger

jueves, 22 de abril de 2010

CARTA DE AMOR

Es porque la vida es circular. Cada renacer reinicia el círculo. ¿Crees que soy un caracol? ¿Me parezco a un laberinto en espiral? Giran mis ideas. Será porque no duermo bien de noche. Me olvido de todo. No soy una mujer. Debo ser una cicatriz.
Ese perverso me sigue usando de blanco. No dejo de moverme. Igual, una que otra flecha me traspasa. Me amenaza. Denuncia por eso. Esta vez no recibí trompadas. ¿Sabes? Tengo disminuida la audición de ambos oídos. Hace ya un par de meses me golpeó con ambas manos al mismo tiempo en los oídos. Leí por algún lado que esa forma de pegar es propia de la tortura, ya que no deja marcas visibles, moretones o heridas. Solamente te perfora el tímpano. Existe una investigación criminal al respecto. No puedo trabajar de la misma forma que antes, no dispongo de tanto tiempo. Menos ingresos, sin manutención. Me quiere robar también. Otro juicio por eso.
Jamás vas a comprender lo que es tener veinte puñales clavados adentro y seguir.
Veo tu cara de hombre enamorado. ¿De que, por Dios? ¿De mi cicatriz? No tengo resto adentro. Nada que dar. Menos ganas de recibir. Es que no huelo a hembra. Mi perfume se escondió muy adentro.
Recién vuelvo de una audiencia con abogados y ese mal nacido. No paro de llorar. Me duele la cabeza, mis ojos están rojos y muy hinchados.
Lo más cómico es que voy a triunfar en todo lo legal, menos en el daño moral que me hace y en el sufrimiento que provoca a mis princesas.
Esta madeja de letras intenta decirte que adoro tus palabras, ellas encantan mis serpientes nocturnas. Que tus mensajes arrastran las brumas y se parecen al tañer de las campanas que anuncian la aurora. Que tus reproches y enojos me conmueven, transformándome en una niña contrariada y feliz.
Ese martes que me rastreaste por toda la ciudad como un sabueso, seguiste mis huellas como un can entrenado, que oliste mis mentiras, que  gritaste como un demente desaforado mientras sacudías mi histeria, conseguiste limpiar de telarañas mi raciocinio.
Otra vez la luz dolía. Demasiado. ¿Es que darse cuenta siempre mata? ¿Girando en el círculo otra vez? ¡Ah! ¡Claro! Soy un trompo sin colores, sin estabilidad, sin dirección.
Bueno. Nuevamente. Vuelvo a lo que reconozco en mí.
No estoy en condiciones de verte.
Por favor, por tu bien, olvídame.
No dispongo del equilibrio emocional y racional suficiente para estar a tu lado.
Sabes, en el fondo, que no va a funcionar.
No quiero hacerte daño y cerca te lo voy a hacer.
Eres especial para mí y lo vas a ser siempre. Estoy llorando también por esto. Por no poder.
Se que te quiero y te extraño, pero eso no alcanza para superar mi tsunami interno y las diferencias que existen entre nosotros. Brillas como un príncipe y yo sigo siendo una cicatriz.
Tampoco te puedo explicar este meollo frente a frente. Me olvido las razones cuando te toco. La magia inunda el espacio, me embriaga, me colma y me lleva al país del nunca jamás. No debo confundirte.
Es necesario que me coloques en el cajón de los recuerdos (en el de los buenos, espero)
Te regalo mi histeria, mi vuelo, mi trompo, mi perfume. Sabes que son tuyos.
Gracias. Por todo. Fui muy feliz cada vez que estuvimos juntos. Beso.
                                                                              Ana, nunca Alicia




Mi reconocimiento, apoyo y solidaridad para con las instituciones que trabajan en contra de la violencia de género y las que luchan por los derechos de las mujeres aun no reconocidos por la legislación. Éxitos y Fuerza.

7 comentarios:

  1. Cruel ( no me gustan las cosas crueles, pese a saber que existen y hacen sufrir), casi real ( la tortura del desamor puede crecer sólo en las ficciones... o en las realidades que la alimenten...) hermoso texto, con sabor añejo.
    Me gustaría leer una carta de Ana una vez que atraviese el espejo y confabule con la ficción y la relidad, el más bello amor...
    Un beso gigante a la escritora, y un abrazo a mi amiga.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Fabiana por tus palabras. Es que resulta difícil no solidarizarse y plasmar aunque sea en un breve texto lo que significa este flagelo, el de la violencia de género. Ambas como mujeres y abogadas lo vimos de cerca de alguna manera. La injusticia y el dolor necesitan expresarse y difundirse por todos los medios posibles. Muchas instituciones trabajan incansablemente en eso. También las leyes deben adecuarse y borrar cualquier tipo de discriminación en su espíritu. Aun queda un largo trecho, amiga.
    Te aprecio mucho, valoro que me acompañes en mi osadía de escribir, y te deseo el mayor de los éxitos. Gracias por estar en los tiempos del temblor!! jaja. Abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Dolorosamente cierto,dicotomia entre el amar y el no amar ,nunca odiar...duelen no solo los malos actos ,sino las palabras que no se dicen y el sentimiento que va muriendo...Excelente.

    ResponderEliminar
  4. Muchas Gracias ma. ale!! por pasar, leer, reflexionar y comentar. Me encanta que te guste!! Saludos y espero leer otro comentario tuyo!

    ResponderEliminar
  5. Es que el amor es como un círculo que cuando se abre es paradisíaco y cuando llega a la cúspide comienza a bajar hasta que se cierra.Pero el amor como es un sentimiento nace nuevamente hacia otra persona( Octavio Paz, poeta Mexicano, premio Nobel 1994, es el autor de éste concepto) Y sí, el amor es eterno pero suele diluirse como agua entre los dedos. María Pía ésta carta es muy valiosa porque de una forma muy especial describes lo que siente una mujer cuando es golpeada, lo que piensa, lo que sufre, lo que la lastima, lo que deshace el alma, lo que emocionalmente padece, es auténtica, real, dolorosa, refleja el total machismo del excremento mental y el máximo exponetne del cerebro lleno de estupidez.Pero estamos todas las mujeres para ayudar a las víctimas y hacerle entender al hombre golpeador que amar es por sobre todo respeto, valoración, ternura, contención, agradecimiento, procreación. Tu carta debería ser publicada en todos los medios porque es genuina y muy sentida. Te felicito.Un abrazo.Heidi

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  7. Heidi, muchas gracias por tus palabras!! Ojalá pueda servir como texto para el análisis de esta problemática tan dolorosa y vigente. Algunas instituciones ya lo solicitaron para trabajar en talleres, a lo cual accedí inmediatamente.
    Gracias por leer, opinar y comentar. Valoro tu presencia en el blog. Abrazo!
    Ah!! Salió dos veces tu comentario, eliminé el repetido :)

    ResponderEliminar